En un castillo de París

Cuando nos propusieron encargarnos de un incentivo en París lo primero que pensamos fue que debíamos crear algo forzosamente espectacular. Una idea comenzó a forjarse rápidamente ¿Cuántas veces hemos soñado con asomarnos al pasado?

Nos propusimos hacerlo realidad en una particular máquina del tiempo que nos convirtiera en protagonistas de esta aventura. Nuestros viajeros obtendrían pistas a lo largo de la estancia en París, pero hasta el final no sabrían dónde les iba a llevar la imaginación de In Travel.

Pedida de mano en la Tour Eiffel. Son esos momentos únicos en los que nos gusta prestar atención a los detalles. Al saber que uno de los participantes iba a pedirle matrimonio a su novia durante el viaje, nos pusimos manos a la obra. La petición tendría lugar en el restaurante de la Torre Eiffel. Adornamos la tarta del postre con una frase especial para los novios. Con las flores, el champagne y el anillo, llegaron las lágrimas de emoción de ella. El grupo entero se emocionó, y nosotros también.El último día en nuestro túnel del tiempo preparamos un evocador paseo por Montmartre, almuerzo y traslado sorpresa.

A 40 Km de París llegamos a nuestro hospedaje, el Auberge Du Jeu De Paume, un delicioso palacete rodeado de naturaleza. Ante tocadores antiguos, con el bosque al otro lado de la ventana, nos vestimos para la cena de gala. En cada habitación dejamos maravillosas máscaras para cada viajero y con ellas nos subimos a los coches de caballos que nos esperaban para llevarnos a la gran cena.

Al girar en un recodo del camino y oculto en la noche estaba el imponente Castillo de Chantilly. Todos se miraban pensando si ése sería el lugar del evento. “No puede ser”, decían algunos. La colección de cuadros del Castillo de Chantilly es, después de la del Louvre, la más extensa de Francia. Y en una de sus salas cenamos, rodeados de arte y con una violinista amenizando la velada.
Degustamos unas Vieiras de St. Jacques y gambas asadas aromatizadas con hinojo, estragón y semillas de anís, venado con corteza de Parma, selección de quesos franceses, y una demostración de cómo se hace la crema de Chantilly para finalizar.
Una noche realmente inolvidable. Lo confesamos, nos costó mucho volver a la máquina del tiempo para regresar a casa.
Afortunadamente podemos seguir creando historias. ¿Nos acompañas?.